Nunca dejes de soñar (II).

                                                                              

                                                                                                                                          

Como costumbre un año que está por terminar ya, y he optado por escribir mes a mes…si bien cierto que tengo mis seguidores que de una manera u otra han visto cómo poco a poco he mejorado mi estilo al escribir, creo ;)…bueno un año más que se va como dicen las canciones…y dejar a mis amigos colgados es una gran falta de respeto; por ellos y por mí que me encanta dejarles mis escritos…terminaré de escribir este año un cuento de navidad, pero ya tengo escrito el primero, este es  II (adaptación para el blog) :

Solía despertarme muy temprano las campanas de nuestra iglesia sonaban con un ding dang una y otra vez…  llenas de alegría y no era para menos pues comenzaba el periodo de navidad en nuestro pueblo, los preparativos, y nuestra escuela era una de las instituciones que se daba a la tarea de organizar el evento de fin de año con los alumnos y sus  talentos y manifestaciones artísticas de diferentes géneros; algunos eran buenos en manualidades, otros en cocina y repostería, otros en artes pláticas, músicos que tocaban  instrumentos hermosos,  niños con una gran afición por hacer galletitas de diferentes formas y como era la época  donde la navidad y despedida del año todos de una forma u otra como dije antes dábamos a demostrar nuestros talentos y colaborábamos en nuestra escuela…sonaba gran alegría, las maestras y maestros alegres juntaban a los niños que serían tomados para representar obras y cantar en el coro de la escuela villancicos  y temas alusivos a loar al niño Dios…al cual yo  pertenecía y ese día tan bullicioso nos daban la noticia de que un gran personaje de la ciudad nos visitaría y debíamos estar presentables para que nuestras voces se vieran muchísimo más acordes.

Los días transcurrían pero en casa teníamos un pequeño problema pues la escuela al quedarme muy cerca solía ir e incluso descalzo, éramos muy pobres y siendo varios hermanos no era fácil para mis padres costearnos zapatos con frecuencia pues nos duraban muy poco…pensaba entonces ¿cómo iría a cantar ese día siendo siempre el primero de la fila? Debía estar por lo menos algo presentable pero no tenía zapatos para ir y no quería perderme encontrarme con tan importante señor…

Así pasaron los día hasta llegar a la fecha del gran evento, los demás niños estaban desbordando de alegría y yo quería ir como fuese y cantar con mi mejor voz…así que me vestí y se me ocurrió untarme crema de zapato en mis pies pues siendo muy blancos disimulaban –pensaba yo- y de seguro se verían como unas botas…así que llegué a la escuela, las guirnaldas ese día coloreaban los salones, olores de galletas recién horneadas, niños que esperaban mientras se preparaba todo en el gran salón para el recital…así que listo ya preparados todo, comenzó a sonar los acordes del piano y un par de violines…el invitado frente a nosotros y yo en primera fila, tratando de esconder mis pies, que una vez que empezamos a cantar y al escuchar toda esa armonía entre voces y música se me olvidaron.

Recuerdo que esa vez canté como nunca…al terminar todos aplaudían y yo feliz, sin acordarme de mis pies embetunados.  Para mi sorpresa el señor que nos visitaba inmediatamente se me acercó, quería salir corriendo pues pensaba que haría comentario algunos de mis pies…al acercarse extendió su mano con una sonrisa bondadosa, me preguntó mi nombre y me dijo: 

-Jamás en mi vida he visto tanta responsabilidad y amor por lo que creemos, he visto tus pies mi pequeño jovencito y he visto tu talento más allá de ellos…

Ese día mi regalo de nochebuena fue un par de  botas de cuero hermosas…que decía en una notita ”Jamás dejes de soñar”.   

 

Felíz Noche Buena y Feliz Navidad…Y un año lleno de Buenaventura para todos!

 Dedicado a:  P. Véliz (mi amigo)…y a los que siempre me han leído.

MJV.

Gracias por visitar Amanuensis.

 Dic. 11 del 2010.